Archivo mensual: febrero 2013

Chicles

Estoy prendo. Él me dice que nunca se pone prendo con tan solo una botella de champaña, pero yo sí porque yo no he vivido lo que él.

Llegué allá por casualidad. Realmente no he esperado encontarme con alguien más allá de los confines del Transmilenio. Mi vida se reduce a esos viajes de ida y vuelta, realmente no hay nada más que me motiva que me dé esa obsesión por vivir.

«[Mi nombre] usted es todo raro, ha estado todo perdido», me rebira Rako al tomar prestado el teléfono de mi hermana, contestando una llamada en la que le pregunto si pudo enviar el trabajo. La perdida es mutua. La pérdida es mutua.

Me dice su dirección. Llego a ella. Lllego a su apartamento.

No ha cambiado en nada, él. O tal vez sí. Quien sabe, tiene todavía el mismo acento, pero está más gordito, luego me dice que esto es gracias a su viejo estilo de vida en el que lo vivió «todo», pero ya quemó esa etapa. Secuelas. ¿Sedentario? Si y No. El estrés de ser un adulto le da colon irritable, con gases y todo. Aja. Pero si tiene una gran vida: es autosuficiente, experimentado, ha viajado por el mundo, tiene la mejor vista de Bogotá y una novia que, al parecer, lo quiere.

Mi mente no quiere creer que una relación así sea posible: «amor» por unlado, «amor» por el otro. besos, abrazos, caricias, pucheros. Mierda, en qué punto se volvió él así. Él, con la posibilidad de tener cualquier vieja que quiera, en cualquier momento, hacer lo que se le de la gana e ir a cualquier lado, estar con quien quiera. No importa, al parecer ellos se quieren, eso es lo que importa.

No supe que decir. Estoy loco. Ac tué como un loco. Hace cuántos años no lo veo? Cinco, seis? Quién sabe. Igual, qué le voy a decir? Nadie me dio un manual de instrucciones para actuar en estas situaciones así que actúo como actúo cuando no sé como actuar. me quedo buscando alguna manera de conectar el 360 para sacarme algunos logros de juegos que no he jugado con él en años, pero que él parece no preocuparse en ayudarme a sacar. Viejos tiempos en los que nos la pasábamos en su viejo apartamento jugando xbox, mientras mi papá recibía un transplante de riñón. Él es el medio hermano que me habría gustado haber tenido si el que ya tengo jugarma mejor y fuera digno de admirar.

Qué voy a hacer? Hablar con su novia? Hablarle a Rako? Actuar como un idiota? No lo sé. Ese archivo se borró. Me quedo parado frente a la ventana comiendo toda la casrne que me aguanto y mirando, champaña barata en mano, el luminoso paisaje de la Capital. No pienso en nada. Tal vez en él y en lo raro que es todo esto. Estoy dormido? Tal vez, solo ha pasado como una hora, un nivel de Battlefield y ya tenemos que irnos a recoger la ropa de Caro.

Milena me llama para pedirme perdón por no haberme contestado ayer, yo le digo que tiene que retribuírmelo. Angélica no se deja tocar la mano y me dice que tiene novio ¿Entonces para qué quisiste verte conmigo? Quieres que te conozca, pero como tu amigo. Yo no quiero ser tu amigo. Yo no quiero amigas. Borro su número y no vuelvo a hablar con ella. Hablo con Lorena y le digo que violo mis reglas al decirle cuanto me gusta. Sí, lo hago, las rompo todas, pero eso de alguna manera no está mal para Rako y su novia. Ambos coinciden en que soy odioso y cerrado y que de esta manera no podré conseguir el amor. (Resentí que en su momento que él me dijera que si quiero conseguir novia, tengo que tener plata para poder invitarla a salir, odié que me dijera que él si quiere estar con una vieja es capaz de irle a dejar flores a la puerta. Sus palabras me hirieron, no porque me ofendieran sino porque ofenden la imagen que tenía de él una vez, sin embargo no son malintencionadas y las entiendo porque pretenden darme la lección de que un hombre auto suficiente y con dinero es un hombre perseguido por las mujeres, hipergamia: You can lose lots of money chasing women, but you’ll never lose women chasing money). El amor que ellos dos comparten: besos, tardes de película, estudiar juntos, decirse «mi amor» entre frases, acompañarse en muy malos momentos, cocinarse el uno para el otro hacerse pucheros entre sí, cogerse de las manos, abrazarse, hablar como si se conocieran de siempre…

Paco y Pedro. Dormilones tal y como Lunes, pero no biscos, son la compañía de Rako y Caro. Ellos viven juntos, me cuesta creer que él esté así con alguien. Tanto tiempo queriendo ser como él que él ya es como yo, solo que con una traga que me causa no náuseas sino confusión. Tal vez es la champaña barata y el vértigo de ver la ciudad desde el piso 19 Torr 2.

Intento que el viaje en bus sea ameno. Ya no me siento el mismo, no delante de él, nunca ha sido así. Desde chiquitos he querido su libertad como él, no ser mascota. Él tiene auto-suficiencia. Yo tengo dependencia. Siempre me lo ha criticado, desde chiquitos y hasta ahora en el momento en que vuelvo a verlo, años después.

Sigo igual. Él sigue igual, pero es un poco diferente. Yo esperaba verlo más promiscuo, tal vez más vicioso; tal vez por eso le hablé a esa rubia tetona, pensaba traerla al apartamento de Rako y compartirla con quien ha vivido todo. Pero eso se ha ido: Etapas pasadas vividas. Ahora está con Carolina. «Mi amor», se dicen entre besos y pucheros. Vida diferente. Rako diferente, tal vez más cursi porque antes solía cantar en voz alta canciones románticas con su voz gruesa, yo me reía de eso. Ahora él está viviendo esas canciones románticas que ojalá no se vuelvan despechados vallenatos.

Yo estoy más inestable porque acaso qué vida tengo. No he vivido nada de lo que él ha vivido,. sin embargo siempre quise ser como él yh hoy en que soy una versión, me critica diciéndome que estoy igual de loco que siempre. Esfuerzo en vano. Intentando cambiar para seguir igual. «Tú nunca podrás cambiar tu esencia, dice Caro y Rako confirma. De esto no se trataba, se trataba de que todos cambiábamos. ¿Para mejor? No necesariamente, sino por otra versión.

Mastico sus chicles, dulces pero me secan la boca. Así es con él. Tengo la boca tan seca que no tengo más que el silencio. Quiero. Anhelo ser diferente. Tal vez como él, pero no tan así. Ya no quiero ser como él porque él ya no es com solía ser, pero todavía es como solía ser. Galimatías que nadie entiende más que yo. Quiero decirle muchas cosas, para que me deje de mirar como un bicho raro. No me mira a los ojos como el 99% mde la gente. Hasta mi padre ya no lo hace. Acaso soy tan extraño? Can you see the real me?

Extaño estar en frente de él. Todo es tan ficti. Debían haber pasado más horas. Yo llegué allá como a las 6 y media, pero ahora son como las ocho, tiempo de salir. Recogemos el carro en donde su joven abuelo. Igualito a él. Caro recoje su ropa. Hablamos, pero no le entiendo lo que me dice, su lenguaje es extraño para mí porque él supone que yo soy el mismo Leo que estaba dispuesto a vivir la vida y aprender de sus lecciones así fueran «mala influencia», como decían.

Pero yo ya no puedo. Estoy dormido en frente del luminario paisaje. Nada me interesa realmente. Su pasión por la vida contrasta mi apatía. No sé hablarle, quiero agradarle a él y a Caro. Demostrarle que a pesar de estar «loco» sigo siendo el mismo. Él me dice que cuando quiera me pase por su apartamento, pero yo, sin una excusa no me aparezco en la vida de nadie. Es más, no puedo seguir por mucho tiempo. Se trataba de que yo mejoraría y luego volvería, aparecería, pero al parecer tendré que tomarme más tiempo para ir a la montaña a aceptar mi intermitente soledad: ermitaño, transeunte, pasajero de Transmilenio que sube a su vida personajes, pasajeras que se bajan en próximas paradas. Nada dura realmente. Nuestras infancias al frente del televisor jugando por horas Xbox cuando al otro día teníamos examen de matemáticas, ya caducaron. Él es adulto. Yo soy una excusa de adulto. Solíamos hablar de juegos, de viejas, de problemas familiares, de muchas vainas. Yo reía más, incontrolablemente, gracias a que el man es la verga, ese man es una chimba. Esta noche no sabemos conversar. Nuestra mirada es incómoda, casi, inexistente. Nuestra amistad se quedó en esos momentos.

Champaña que embriaga en pequeñas dosis. Chicles dulces que duran poco pero que secan la boca.

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¿Mattei utiliza bien el Teorema de Coase a los ejemplos de Expropiación, Fideicomiso y Construcción en el terreno de otro?

El texto de Ugo Mattei, “Eficiencia en los Trasplantes legales: Un ensayo sobre el análisis económico del derecho comparado” pretende explicar cómo los cambios legales suceden. Por un lado se encuentra la posición comparatista, principalmente, que defiende que los cambios en un sistema leal son consecuencia de los trasplantes y préstamos de un sistema a otro. Contrariando esto, Mattei junto con otros estudiosos del análisis económico del derecho, argumenta que el factor básico del cambio legal es la eficiencia[1].

Para este efecto, la eficacia se entiende como el grado de consecución de los fines propuestos y la eficiencia, como la capacidad de conseguir los fines propuestos con el menor costo (maximización de los beneficios) para las partes y para terceros, o externalidades[2].

Para describir esta dinámica de eficiencia en los cambios en los sistemas legales, Mattei cita el “Teorema Normativo de Coase”[3]: i) Si las transacciones se pueden hacer sin ningún costo, y ii) los Derechos de propiedad están claramente asignados ENTONCES sea cual sea la asignación de derechos que haga el sistema jurídico, el mercado o las partes llegarán a la solución más eficiente mediante las negociaciones. Otra formulación es: si los costos de transacción son tan altos que van a impedir que funcione el mercado [que las partes negocien entre sí], entonces el sistema jurídico deberá intervenir para realizar una distribución o asignación eficaz de los derechos.

La eficiencia aplicada para el análisis de los cambios en los sistemas jurídicos permite identificar diferentes dinámicas que entran en juego o las “fuerzas que se encuentran permanente y universalmente en funcionamiento en todos los sistemas jurídicos” (Mattei 4) más allá de la “idea vacía de prestigio” (Mattei 1), estás dinámicas son: Convergencia, Competencia y el Provincialismo.

Convergencia en el derecho comparado es cuando en diferentes sistemas legales se encuentran soluciones similares. Para ilustrar este fenómeno, Mattei utiliza las expropiaciones como ejemplo. En las expropiaciones, Mattei observa que numerosos sistemas jurídicos optan por pagar el valor de mercado objetivo del bien que pasa a ser propiedad pública.

Competencia en el derecho comparado es cuando las diferentes soluciones a un problema dado entran en una especie de mercado en donde se determina la supervivencia de la doctrina más eficiente (Mattei 5). El ejemplo utilizado en el texto es el del fideicomiso que tuvo su origen en la tradición del common law y que gracias a los trasplantes ha llegado a los sistemas de derecho continental, como los latinoamericanos.

El Provincialismo jurídico es cuando la tradición, la ideología o la ignorancia hace que se presenten divergencias en los sistemas jurídicos que incentivan la “la supervivencia de normas legales ineficientes”. Ejemplo de esto son los conflictos que se pueden dar por la construcción en el terreno de un tercero y que para solucionarlas se necesita llegar a acuerdos entre las partes que tienen que evitar en soluciones de todo o nada: se destruye lo construido o se le permite conservar sin estar obligado a dar una compensación. Estas soluciones son muestra de resistencias de sistemas ineficientes a aceptar trasplantes.

El uso del Teorema de Coase en estos ejemplos puede servir para encontrar soluciones que no están en un momento legal, sino que son “prejurídicas” porque se dan antes de que se establezcan como soluciones dentro del sistema; o extrajurídicas, porque se dan por fuera del derecho y más bien dentro del ámbito de las negociaciones privadas sin intervención de la jurisdicción de los jueces. El Teorema de Coase presupone así una ausencia de costos de transacción por lo que no funciona en el mundo real y a veces las partes no llegarían necesariamente a un acuerdo y menos a uno eficiente por lo que sería necesaria la intervención del derecho.

Igualmente, la teoría se inscribe dentro de una lógica que presupone que los hombres siempre llegarán en sus negociaciones de derechos a situaciones eficientes y que las leyes siempre reflejarán estos acuerdos, cuando en el Derecho somos consientes de las contingencias que dan lugar a conflictos peores y que hacen necesaria la intervención del derecho.

Igualmente, las negociaciones que el Teorema de Coase presupone, son negociaciones de tipo instrumental que se enfocan  en un momento a dado a las partes de un conflictos de derechos pero tiende a ignorar que también existen costos más allá de los patrimoniales económicos o de derechos de propiedad, como costos en cuanto a principios o valores.

Esto no significa que el análisis económico e instrumental del derecho que Mattei hace a través del Teorema de Coase deba ignorarse, sino que sirve de complemento a la principal teoría que ponen en contacto conflictos entre principios, valores, derechos y sus valoraciones patrimoniales: la teoría de la Responsabilidad Civil.


[1] “la eficiencia es cualquier cosa que evite el mal uso de los recursos; cualquier cosa que reduzca los costos de transacción; cualquier cosa que mejore la posición de los consumidores en el mercado de las normas legales; cualquier cosa, en definitiva, que no impida absurdamente el desarrollo de una sociedad humana mejor organizada; cualquier estructura legal que tengan “otros” y que “nosotros” desearíamos tener porque estaríamos mejor”.

[2] “cuando alguien usa un recurso sin pagar su precio estamos frente a una externalidad. Ningún sistema de derecho que considere que la eficiencia es un fin deseable debería permitir una externalidad” (Mattei 9)

[3] “si los derechos de propiedad están bien definidos y no existen costos de transacción, entonces el equilibrio de mercado es eficiente”

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Quote: Why does AIDS = «Victim» but Pregnancy = «Your Fault?» – The Spearhead

Why is it that when a man gets a woman pregnant because he had unprotected straight sex he is a rogue who must pay, while a gay man who has anal sex with some anonymous guy in a bathhouse and gets AIDS is a victim to be pitied, and by extension paid for by the rest of us?

If children are a blessing, then shouldn’t that soften our attitude toward the man who knocks some girl up? AIDS has no social benefit whatsoever, but the guy who gets it isn’t blamed. No, instead he becomes some sort of special victim, all because he couldn’t keep his pecker in his pants. And isn’t that the argument for forcing straight men to pay for unwanted pregnancies; that they didn’t have to screw the girl?

So, as it stands today, unwanted results of straight sex are bad and punished, while unwanted results of gay sex make the unlucky dude a victim?

via Why does AIDS = «Victim» but Pregnancy = «Your Fault?» – The Spearhead.

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Challenge Accepted

Walderschmidt over as his blog, Scar Tissue, is challenging me to:

I challenge you to work your way up to 100 push-ups, 100 sit-ups, and 20 pull-ups, each event in 2 minutes.

I challenge you to run a mile in 6.30 minutes.

My workouts are thusly: Monday, Wednesday, Friday – I do max push ups, wait four minutes, max sit-ups, wait four minutes, and then max pull-ups. Every week, I try to add 10% of my previous max to the work out. For example, week one I do 60 push-ups, 60 sit-ups, and 10 pull-ups. The next week my goal would be 66 push-ups, 66 sit-ups, and 11 pull-ups.

Tuesdays and Thursdays I would do sprints and running.

I would do a combination of sprints and a jog/run.

Do 5 or so 20/30 meter sprints. Then do a 2-3 mile run. Every week you could increase the number of sprints, the distance of sprints, and if you have the time, the distance of the runs (although I would focus on the sprints).

That is my basic schedule, though I do not profess to have any real expertise.

My biggest piece of advice is to exercise consistently, whatever you do. Consistency is key.

As for joining the army, I would say to try and get on-board with ROTC, if you are not done with college they may still award you wish a scholarship and monthly pay check.

My only caveat, is only join the army if you really, really want to know and think you know what you’re doing. As an officer, they sign you up for 8 years. That is 4 years active duty and 4 years reserve. Eight years is no joke man. If I wasn’t joining the army, I’d probably never have returned to the U.S.

(…) The fact that you have to update me every week is less about you being honest to me and more about you being honest to yourself.

I hope you accomplish the challenge. But it does not affect me if you complete the challenge. You should not do it for me either. You should do it for you.

If you are not sure of time constraints, I will give you three months.

(…) So to conclude – you have until Saturday, May 25th, 2013 to complete this challenge.

CHALLENGE ACCEPTED: 100 SIT UPS/PUSH-UPS in 2″, 20 Pull Ups in 2″ and run a mile (1,605 km) in 6″.

This is going to be a though challenge. Now I can only max 35-50 push ups (180º), 100 situps (easier, yet I prefer hanging leg raises and L-Holds) and 15 pull-ups. Yet I can finish a deck of cards in 60 minutes. Running will be the most challenging.

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Quote: Poker Is America – NYTimes.com

Poker tables are pure meritocracies. The pecking order of respect at Charles Town is determined by how good you are at the game. Other players may like you personally, but if you’re a bad player you’re a bad player, and nothing about your status in the outside world makes any difference. For readers with high-powered degrees and high-powered jobs, let me suggest that nothing will do more to keep your feet on the ground than to start playing poker in a public casino. Poker is a game of incomplete information involving complex intellectual tasks, self-discipline and the courage to take properly calculated risks. When you are outthought and outplayed not just once, but regularly, by a skinny 28-year-old wearing a football jersey and with his baseball cap on backward, it is hard to condescend to him because he doesn’t wear grown-up clothes and never went to college. It will also do you good to be in the deference-free zone that is a poker room — as in recently, when I was cashing out and the woman in the cashier’s cage, noting my stack of chips with the patterns on the edges carefully aligned, said confidentially, “Your O.C.D. is showing, baby doll.”

via Poker Is America – NYTimes.com.

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