Si hubiera tenido suficiente valor el día en que me dijiste que ya no me querías;
y en vez de enloquecer, te hubiera dicho «luego hablamos»,
706 días y 7 horas después te hubiera respondido serena y tranquilamente:
«yo tampoco te quiero»
Si hubiera tenido suficiente valor el día en que me dijiste que ya no me querías;
y en vez de enloquecer, te hubiera dicho «luego hablamos»,
706 días y 7 horas después te hubiera respondido serena y tranquilamente:
«yo tampoco te quiero»
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«Nuestra actitud hacia la muerte es ambivalente. Hacemos
todo lo posible para evitarla adoptando conductas cautelosas
y buscando curas para las enfermedades, lo cual está muy
bien. Pero también buscamos sacarla de nuestras mentes,
olvidarla, actuando como si nunca nos fuera a pasar. Esto
por un lado. Y por otro, más secretamente, la vemos como
algo definitivo. Mira la famosa cita de Nietzsche, “Dios ha
muerto”. Si esto fuera verdad, significaría que la muerte ha
vencido las cosas más elevadas y santas, y ha demostrado
ser más fuerte que Él.
Y si el poder es la medida de la divinidad, implica que la
muerte es más divina que el Dios al que derrotó. De este
modo, «Dios ha muerto» se convierte lógicamente en «la
muerte es Dios».
Esta cuasi-divinización de la muerte explicaría muy bien
por qué se mantiene en silencio: una deidad es aquella
cuyo nombre no se pronuncia en vano. Finalmente, los
punks y otros satanistas al menos tienen la honestidad
de confesar lo que adoran.» (Tomado de Entrevista a
Remi Brague*
Le Figaro, 13 de abril 2020
Entrevista concedida a Eugénie Bastié por Rémi Brague,
cuyos extractos fueron publicados en “Le Figaro” el 13 de
abril de 2020, Víspera de Pascua.)
https://www.bloghemia.com/2020/02/byung-chul-han-los-selfies-son.html?fbclid=IwAR14Wi8LBHuFfYYjhwPTgmUjmmVMaurIW-JZrJDoFGhAHC0ydf36tcYnB6o