Archivo mensual: junio 2020

Guido de Giorgio – Retornar a los orígenes no significa retroceder

Guido de Giorgio: Le retour aux origines n’est pas retour en arrière. Recuperado  desde Mizaine.info https://bit.ly/2YirVR 

Guido de Giorgio fue una de las figuras más inspiradas del pensamiento tradicional del siglo veinte. Mizaine.info publica uno de sus textos, verdadero manifiesto tradicional, seguido de una nota bibliográfica de Phillippe Baillet.

Este mundo se dirige hacia su fin: inexorablemente, luego de siglos, se dirige hacia su final.

Los representantes oficiales de las grandes tradiciones han terminado por pactar con la decadencia de los profanos. Todo lo que era sagrado se ha vuelto dominio de laicos, quienes han desmantelado todos los templos para hacer perecer el eco de la palabra verdadera.

La decadencia de Europa a partir del siglo XIV es el fruto de esta laicización del espíritu, de las costumbres y de la vida.

 Quien comprenda las razones profundas de esta desagregación secular, podrá oponerse al derrumbe del templo audaz de su fuerza, fuerza de la verdad que quiere retornar a sus santos orígenes.

Retornar a los orígenes, no volver hacia atrás, porque no es posible volver en reversa.

En esta vida, indisociable de la sucesión, no se puede tener momentos idénticos: cada torbellino es nuevo en el tumulto de las olas.

Los falseadores de la verdad.

En cambio, uno puede regresar a los orígenes, a un espíritu normal de comprensión de la verdad, y orientar todas las fuerzas del conocimiento en una dirección que esté sobre el eje mismo de las verdades tradicionales.

Los hombres de hoy —un hoy que dura siglos—son falseadores de la verdad; han corrompido la vida y el pensamiento, imponiéndole a Europa y, luego, al mundo entero sus múltiples histerias en los dos dominios del pensamiento y de la acción.

Ellos, los que hablan en nombre del Espíritu, del Arte, de la Humanidad, no hablan en efecto más que por y para sí mismos: imponen sus alucinaciones, sus tinieblas, su idiotez. Según Santo Tomás, estos hombres no son más que rudissimi idiotae, que vaciaron el templo y construyeron un sendero de ídolos de arcilla.

Apelan a estos ídolos, desperdicio de tierra estéril de Espíritu, de Arte, de Humanidad.

Junto a Dante, se alcanzó la primavera de Europa. Aquella que —a través del Renacimiento, la Reforma y la Revolución— se arrojó en brazos de la demencia, de la muy atroz demencia de los viejos infantes en delirio.

Dante es el último vidente, el último poeta que ha intentado integrar dos mundos, de hacer coincidir dos esferas, de redimir una época de transición y de preparación hacia la transparencia del símbolo y hacia la vida substancial.

Antes y después de él, los raros espíritus que podían todavía comprender la verdad de la enseñanza tradicional debieron ocultarse y revestirse de hábitos engañosos para poder vivir en medio de un mundo corrompido por la intoxicación de los profanos.

Fuera de la tradición, no hay justificación para la vida

Hay todavía más de estos hombres y forman una pequeña falange desde una altura que los profanos no alcanzarán jamás, porque no es de esta vida ni de este mundo. Ellos miran la inmensa miseria que ha ensombrecido Europa y a todos los homúnculos que no hacen más que propagar sobre la faz de la tierra sus propósitos envenenados, que crear fantasmas y obligar a otros a arrodillarse ante estos fantasmas.

Fuera de la tradición, no hay justificación alguna para el pensamiento y la vida, para la contemplación y la acción.

Entiendo por Contemplación la realización efectiva de la verdad; y por Acción, la conformidad de la vida al principio de la realización.

En términos bien claros, tales son los dos polos que llamo tradicionales: la verdadera espiritualidad (contemplación) y la vida informada, puesta en forma por los principios de esta espiritualidad (acción).

Pero la Verdad no puede elevarse de aquello de lo que huye, de lo que no se agarra nunca, de eso que está bajo el efecto de la sola ilusión, como es el caso de las artes, ciencias y de las filosofías. Puede dar la impresión de ir más allá de lo humano, hacia el plano de una fugaz sentimentalidad realizadora.

La verdadera espiritualidad o contemplación debe tener raíces en lo que está más allá de la vida y la muerte, allí donde solamente uno puede decir incipit Vita Nova (« así comienza la vida nueva », título de una obra de la juventud de Dante, nde[1]). Respecto al estado humano, tal vida no es más que la verdadera vida: la vida eterna. Este es el dominio tradicional, el dominio de la ciencia sacra donde se despliega la verdadera espiritualidad.

La santa falange de los Inmortales

Más escasos aún son los pauci optimi, quienes fueron, son y serán los detentadores de la Ciencia Sagrada y que constituyen la santa falange de los Inmortales (en el sentido literal y absoluto del término). No demandan nada al mundo: no desean honores ni reconocimiento ni poder.

Sólo demandan poder perseverar en su realización contemplativa; poder mantener encendida la llama de Vesta; y, durante la época de los cataclismos necesarios, poder preparar el Arco Santo que guardará intacto el depósito tradicional, asegurando así el vínculo entre este mundo y el otro, la resolución del aquí en el más allá.

Pero si la Contemplación es el centro de la unidad esencial, la sola ciencia sagrada por excelencia; la Acción es verdaderamente lo que domina el mundo en los dominios del sentimiento, del combate y de las obras.

Sin embargo, para que la acción se pueda justificar, debe ser algo sagrado, un acto sacrificial.

No es posible vivir sólo por vivir

─materialismo─ ni vivir sólo para pensar ─idealismo─ ni vivir sólo para actuar ─mecanismo─.

La vida no tiene más sentido que ser una comedia, una comedia sagrada, calcada de un sistema ritual cuyo centro no cesa de pertenecer a una esfera suprahumana: la Contemplación, la Unidad tradicional, la Ciencia Sagrada.

El equilibrio en el mundo es alcanzado cuando la Contemplación y la Acción se orientan hacia el eje tradicional, es decir, cuando una tradición está en acto, no sólo en potencia, y cuando ella es integral: afirmándose teóricamente como contemplación realizadora de la verdad y, prácticamente, como santificación de la acción, referencia de toda la vida al principio o al conjunto de principios que forman la verdadera espiritualidad tradicional.

Nota biográfica:

« Nacido en San Lupo (provincia de Benevento) en 1890, Guido de Giorgio completó sus estudios de filosofía y presentó una disertación de inspiración “orientalista” en la Universidad de Nápoles.

Todavía muy joven, viajó a Túnez a enseñar italiano justo antes de la Primera Guerra. Su reencuentro con los representantes del esoterismo islámico, en particular con el sufí Kheireddine, será decisiva para la continuación de su itinerario intelectual y espiritual.

Algunos años después del fin de la Gran Guerra, De Giorgio conoció a René Guénon en Paris, más precisamente en el Museo Guimet.

Sus lazos de amistad profundos y duraderos unieron a los dos hombres (…) Católico bastante singular, calificado por Piero Di Vona como « el mejor discípulo italiano de René Guénon », De Giorgio recurre seguido a una formulación típicamente sufí para expresar verdades bastante cristianas.

No es exagerado decir que « por intermedio de Guénon (…) la visión islámica del absoluto hizo su primera aparición en Italia » (Di Vona). Philippe Baillet.

Источник: Guido de Giorgio – Retornar a los orígenes no significa retroceder

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« Je ne crois pas aux déclarations du genre « rien ne sera plus jamais comme avant » – Michel Houellebecq

Michel Houellebecq est écrivain. C’est la première fois qu’il s’exprime depuis le début de la pandémie. Dans cette lettre, il récuse l’idée de l’avènement d’un monde nouveau après la crise du coronavirus. Son texte et la lecture proposée par Augustin Trapenard, sont reproduits dans leur version intégrale.

EN UN PEU PIRE

réponses à quelques amis

Il faut bien l’avouer : la plupart des mails échangés ces dernières semaines avaient pour premier objectif de vérifier que l’interlo­cuteur n’était pas mort, ni en passe de l’être. Mais, cette vérification faite, on essayait quand même de dire des choses intéressantes, ce qui n’était pas facile, parce que cette épidémie réussissait la prouesse d’être à la fois angoissante et ennuyeuse. Un virus banal, apparenté de manière peu prestigieuse à d’obscurs virus grippaux, aux conditions de survie mal connues, aux caractéristiques floues, tantôt bénin tantôt mortel, même pas sexuellement transmis­sible : en somme, un virus sans qualités. Cette épidémie avait beau faire quelques milliers de morts tous les jours dans le monde, elle n’en produisait pas moins la curieuse impression d’être un non-événement. D’ailleurs, mes estimables confrères (certains, quand même, sont estima­bles) n’en parlaient pas tellement, ils préféraient aborder la question du confinement ; et j’aimerais ici ajouter ma contribution à certaines de leurs observations.

Frédéric Beigbeder (de Guéthary, Pyrénées-Atlantiques). Un écrivain de toute façon ça ne voit pas grand monde, ça vit en ermite avec ses livres, le confinement ne change pas grand-chose. Tout à fait d’accord, Frédéric, question vie sociale ça ne change à peu près rien. Seulement, il y a un point que tu oublies de considérer (sans doute parce que, vivant à la campagne, tu es moins victime de l’interdit) : un écrivain, ça a besoin de marcher.

Ce confinement me paraît l’occasion idéale de trancher une vieille querelle Flaubert-Nietzsche. Quelque part (j’ai oublié où), Flaubert affirme qu’on ne pense et n’écrit bien qu’assis. Protesta­tions et moqueries de Nietzsche (j’ai également oublié où), qui va jusqu’à le traiter de nihiliste (ça se passe donc à l’époque où il avait déjà commencé à employer le mot à tort et à travers) : lui-même a conçu tous ses ouvrages en marchant, tout ce qui n’est pas conçu dans la marche est nul, d’ailleurs il a toujours été un danseur dionysiaque, etc. Peu suspect de sympathie exagérée pour Nietzsche, je dois cependant recon­naître qu’en l’occurrence, c’est plutôt lui qui a raison. Essayer d’écrire si l’on n’a pas la possi­bilité, dans la journée, de se livrer à plusieurs heures de marche à un rythme soutenu, est fortement à déconseiller : la tension nerveuse accumulée ne parvient pas à se dissou­dre, les pensées et les images continuent de tourner douloureuse­ment dans la pauvre tête de l’auteur, qui devient rapidement irritable, voire fou.

La seule chose qui compte vraiment est le rythme mécanique, machinal de la marche, qui n’a pas pour première raison d’être de faire apparaître des idées neuves (encore que cela puisse, dans un second temps, se produire), mais de calmer les conflits induits par le choc des idées nées à la table de travail (et c’est là que Flaubert n’a pas absolument tort) ; quand il nous parle de ses conceptions élaborées sur les pentes rocheuses de l’arrière-pays niçois, dans les prairies de l’Engadine etc., Nietzsche divague un peu : sauf lorsqu’on écrit un guide touristique, les paysages traversés ont moins d’importance que le paysage intérieur.

Catherine Millet (normalement plutôt parisienne, mais se trouvant par chance à Estagel, Pyrénées-Orientales, au moment où l’ordre d’immobilisation est tombé). La situation présen­te lui fait fâcheusement penser à la partie « anticipation » d’un de mes livres, La possi­bilité d’une île.

Alors là je me suis dit que c’était bien, quand même, d’avoir des lecteurs. Parce que je n’avais pas pensé à faire le rapprochement, alors que c’est tout à fait limpide. D’ailleurs, si j’y repense, c’est exacte­ment ce que j’avais en tête à l’époque, concernant l’extinction de l’humanité. Rien d’un film à grand spectacle. Quelque chose d’assez morne. Des indi­vidus vivant isolés dans leurs cellules, sans contact physique avec leurs sembla­bles, juste quelques échanges par ordina­teur, allant décroissant.

Emmanuel Carrère (Paris-Royan ; il semble avoir trouvé un motif valable pour se dépla­cer). Des livres intéressants naîtront-ils, inspirés par cette période ? Il se le demande.

Je me le demande aussi. Je me suis vraiment posé la question, mais au fond je ne crois pas. Sur la peste on a eu beaucoup de choses, au fil des siècles, la peste a beaucoup intéressé les écrivains. Là, j’ai des doutes. Déjà, je ne crois pas une demi-seconde aux déclarations du genre « rien ne sera plus jamais comme avant ». Au contraire, tout restera exactement pareil. Le déroulement de cette épidé­mie est même remarquablement normal. L’Occident n’est pas pour l’éternité, de droit divin, la zone la plus riche et la plus développée du monde ; c’est fini, tout ça, depuis quelque temps déjà, ça n’a rien d’un scoop. Si on examine, même, dans le détail, la France s’en sort un peu mieux que l’Espagne et que l’Italie, mais moins bien que l’Allemagne ; là non plus, ça n’a rien d’une grosse surprise.

Le coronavirus, au contraire, devrait avoir pour principal résultat d’accélérer certai­nes muta­tions en cours. Depuis pas mal d’années, l’ensemble des évolutions technologiques, qu’elles soient mineures (la vidéo à la demande, le paiement sans contact) ou majeures (le télétravail, les achats par Internet, les réseaux sociaux) ont eu pour principale conséquence (pour principal objectif ?) de dimi­nuer les contacts matériels, et surtout humains. L’épidémie de coronavirus offre une magni­fique raison d’être à cette tendance lourde : une certaine obsolescence qui semble frapper les relations humaines. Ce qui me fait penser à une comparaison lumineuse que j’ai relevée dans un texte anti-PMA rédigé par un groupe d’activistes appelés « Les chim­panzés du futur » (j’ai découvert ces gens sur Internet ; je n’ai jamais dit qu’Internet n’avait que des inconvénients). Donc, je les cite : « D’ici peu, faire des enfants soi-même, gratuitement et au hasard, semblera aussi incongru que de faire de l’auto-stop sans plateforme web. » Le covoiturage, la colocation, on a les utopies qu’on mérite, enfin passons.

Il serait tout aussi faux d’affirmer que nous avons redécouvert le tragique, la mort, la finitude, etc. La tendance depuis plus d’un demi-siècle maintenant, bien décrite par Philippe Ariès, aura été de dissimuler la mort, autant que possible ; eh bien, jamais la mort n’aura été aussi discrète qu’en ces dernières semaines. Les gens meurent seuls dans leurs chambres d’hôpital ou d’EHPAD, on les enterre aussitôt (ou on les inci­nère ? l’incinéra­tion est davantage dans l’esprit du temps), sans convier person­ne, en secret. Morts sans qu’on en ait le moindre témoignage, les victimes se résument à une unité dans la statistique des morts quoti­diennes, et l’angoisse qui se répand dans la population à mesure que le total augmente a quelque chose d’étrangement abstrait.

Un autre chiffre aura pris beaucoup d’importance en ces semaines, celui de l’âge des malades. Jusqu’à quand convient-il de les réanimer et de les soigner ? 70, 75, 80 ans ? Cela dépend, apparem­ment, de la région du monde où l’on vit ; mais jamais en tout cas on n’avait exprimé avec une aussi tranquille impudeur le fait que la vie de tous n’a pas la même valeur ; qu’à partir d’un certain âge (70, 75, 80 ans ?), c’est un peu comme si l’on était déjà mort.

Toutes ces tendances, je l’ai dit, existaient déjà avant le coronavirus ; elles n’ont fait que se manifes­ter avec une évidence nouvelle. Nous ne nous réveillerons pas, après le confinement, dans un nouveau monde ; ce sera le même, en un peu pire.

Michel HOUELLEBECQ

Источник: « Je ne crois pas aux déclarations du genre « rien ne sera plus jamais comme avant » – Michel Houellebecq

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Nicolás Gómez Dávila: escolios contra el mundo moderno

Cultura Transversal

gomez-davila-escoliospor Luis Landeira Caro – Internet me confunde. No podría decir a ciencia cierta dónde leí las primeras palabras de don Nicolás Gómez Dávila que llegaron a mis ojos. Pero seguro que fue en uno de esos perfiles disidentes de Twitter, Facebook o Tumblr que, de un tiempo a esta parte, crecen como setas en los márgenes del ciberespacio, lidiando con la implacable censura que existe en las democracias occidentales contra todo aquello que transgreda las ñoñas leyes de la corrección política. Porque incluso en una cloaca como internet se pueden encontrar diamantes. Y eso son los aforismos de Gómez Dávila, diamantes semánticos pulidos hasta el extremo y afilados como espadas, que demuestran que no hace falta escribir tropecientos volúmenes para transmitir lo importante. Cada una de las frases de este autor excepcional tiene más valor que muchas bibliografías mediocres e incluso notables, condensando y superando lo que Montaigne, Pascal…

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Der Weg des Jack Donovan. Teil 2: »The Way of Men«

Geschlechterallerlei

(Teil 1: »Androphilia«)

In »The Way of Men« unternimmt Donovan den Versuch, nachzuliefern, was er seit Erscheinen von Androphilia als Desiderat wahrgenommen hatte: eine positive Definition dessen, was er unter »Männlichkeit« versteht. »Positiv« nicht nur im Sinne einer Wertung (die lag schon in Androphilia vor), sondern im Sinne einer detailliert begründeten Definitionssetzung. Dazu bestimmt er einen elementaren Situationstyp, auf den »Männlichkeit« anthropologisch zugeschnitten ist, und entfaltet sodann eine Beschreibung von Merkmalen, die Männer zur Bewältigung von Situationen dieses Typs entwickelt haben. Dazu erinnert er daran, dass die ursprüngliche Lebensform des Homo Sapiens darin bestand, sich in kleinen, relativ isolierten Sippenverbänden und mit nur temporären Lagerplätzen in Abhängigkeit von Witterung und Nahrungsangebot über die Erde zu bewegen. Eine elementare Situation des Mannes bestand also darin, auf dem Marsch und beim Lagern einen Sicherheitsbereich der Gruppe gegen die Umwelt abzustecken sowie diesen zu überwachen und bei Bedarf zu verteidigen.

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Martin Looter King: George Floyd murió de Covid-19

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Según el CDC, el hecho de que George Floyd muriera mientras tenía coronavirus significa que murió de coronavirus. Eso significa que no pudo haber sido asesinado. Es imposible que alguien con coronavirus sea asesinado. Esa debería ser precisamente la defensa de Chauvin y sus copartes en el proceso. Algunos entenderán esto como que si alguien con coronavirus lo agarran a tiros muere por el virus y no por las balas, pero Floyd de todas formas iba a morir en unas semanas seguramente por el virus, agravado por sus anteriores comorbilidades aunadas a su desmedido abuso de drogas.

La exagerada y absurda reacción a la muerte de George Floyd es una muestra más de la absurda y exagerada reacción al Covid 19, —la cual exonerará a Chauvin y a sus compañeros— toda vez que se ha llegado a caer en el absurdo de clasificar todas las muertes con esta enfermedad, por la cual las autoridades estatales demócratas norteamericanas han justificado una cuarentena de sanos, un “aislamiento social” que no es más que prisión domiciliaria de inocentes, mientras que a los delincuentes los sueltan de las cárceles.

Hay quienes dirán que es obvio que los policías precipitaron su muerte, sin embargo, no es obvio y no está probado más allá de toda duda razonable. Se contentan con un video, cuando este no prueba homicidio, ni en primer ni en tercer grado.

Primero tomaron el video para condenar al “racista policía blanco” de cometer un crimen de odio contra un inocente y desarmado hombre negro, víctima del racismo institucionalizado. Ahora esos mismos salen a decir que es que no es el vídeo lo que lo prueba, sino que ese vídeo muestra el abuso de fuerza y la obstrucción de respiración y posterior desmayo). Afirman que lo que prueba el homicidio es la autopsia, que dice que la causa de muerte fue por obstrucción en la respiración. A esto uno se pregunta, si el video no prueba sólo el homicidio, ¿por qué no se esperaron a tener una autopsia para justificar su desproporcionada reacción prejuiciosa contra un policía blanco que todavía no ha sido condenado judicialmente?

La respuesta radica en que aquellos que reaccionaron al video con indignación, justificando las revueltas y saqueos en USA, son los mismos que ahora se excusan en que no es sólo el video el que prueba la culpabilidad del policía, siendo ellos mismos los que lo sentenciaron y condenaron como un racista blanco, como otra prueba más del “racismo institucional” no solo norteamericano, sino universal, al punto que con base en sólo ese video se están justificando revueltas y saqueos en otras partes del mundo junto con la culpabilidad de los blancos por esta sobrerreacción.

Partieron de ese video como prueba exclusiva de la condena, mas un video no toma signos vitales. Frente a esto, los que se excusaron solamente en el video, dicen ahora que es que el vídeo no es la prueba final, presentando la autopsia como prueba final de la causa de la muerte, diciendo que fue definitivamente un homicidio. Sin embargo, el policía blanco acusado de racista y sus multirraciales pero racistas compañeros —vinculados posteriormente a la investigación luego de salir a la luz otro video que presuntamente los inculpa— son inocentes y lo son hasta que se demuestre más allá de toda duda razonable que son culpables.

Esto no significa que el vídeo no sea una prueba válida. Yo no he dicho eso. Sólo he dicho que no prueba homicidio en la medida de quienes sostienen que el video no solo muestra el desmedido uso de fuerza, sino la intencionalidad de la asfixia contra un hombre que ya estaba sometido, quien a pesar de haber dicho no poder respirar, el policía continúa asfixiándolo sin importarle nada. Hay habría una intencionalidad.

Tal presunta intencionalidad no está probada, a pesar de que en los medios se haya exagerado el móvil racista, hasta premeditado del homicidio, pero en este caso no hay esta “intencionalidad” de matar, porque si la hubiera habido, se les habría acusado de homicidio en primer grado. Al contrario, luego de ver que no había tal intencionalidad, se les acusó de homicidio en segundo y tercer grado. Lo que contradice la indignación en los medios que quisieron hacerlo ver como algo tan intencional, que pasaba al nivel de la premeditación del homicidio en primer grado, cuando máximo se trató de algo impulsivo del momento y no intencional, pero eso no encaja en su narrativa que quiere mostrar a la policía como racista, casi premeditada y sistemática.

Así se les acuse de homicidio en segundo y tercer grado, hay muchas pruebas que los exoneran tales como el hecho notorio de que el Covid 19 es letal, que la presunta víctima tenía antecedentes, que estaba bajo los efectos de estupefacientes y que padecía comorbilidades. A lo que dirán que eso es lo más rebuscado del mundo, por cuanto la causa de muerte fue axfixia no covid y que ninguna de las enfermedades desencadenó la muerte, pudiendo tener covid y no por eso morir.

Resulta curioso que afirmen ahora que el covid no es letal, y sostengan como prueba de ello el que son más los que se salvan que los que se mueren de covid, que de hecho es incluso asintomático. Frente a lo cual les pregunto, ¿ómo se atreve a decir que el Covid no es letal?… acaso, ¿es usted de los que piensan que el virus fue un engaño co-inventado por Bill Gates para poner un chip y extraer el aceite de rodilla para mantener en funcionamiento las torres de 5g? Empieza a no creer en el virus, y luego empezará a dudar de los 6 millones. ¿Quiere eso? ¿Sabe que es ilegal?

Responderán que no dudan de la existencia del covid, al mismo tiempo que muestran las cifras de recuperados versus muertes, para sostener que si fuese letal nadie se aliviaría del virus, todos morirían y que, de hecho, puede ser asintomático, lo que quiere decir que una persona puede tener covid y nunca presentar ningún síntoma.

Frente a esto, vale la pena mostrar el absurdo de cuestionar la verdad comprobada e incontrovertible de que el coronavirus es un virus letal para el que hemos estado confinados durante casi 3 meses y salir a manifestarse sin guardar las “debidas medidas de bioseguridad” ¿Acaso quieren que muera más gente por el mismo virus que mató al buen ciudadano que era George Floyd?

Ahora sí dicen que el virus no es letal, si fuese letal sería inminente la muerte de todo infectado. Manifiestan que si el virus fuese letal tendríamos más de 6 millones de muertos. Algo que deberían haber dicho para oponerse a las medidas exageradas de confinamiento a las que nos hemos sometido sin oposición alguna —mientras las economías, sustento, empleos y vidas de millones de personas peligran de inanición— y por las cuales ahora se podría llegar a exonerar al policía blanco acusados de ser racista, antes que ser acusado de homicidio. Hace apenas unas semanas, si se protestaba en contra de la susodicha «cuarentena» alegando los efectos negativos del encierro y de la parálisis de la economía, significaba que se odiaba a los viejos con más probabilidades de morir del virus; ahora, si no se protesta en contra del racismo, si no se sale a protestar, vandalizar, saquear y piromanear, es porque en secreto se es un racista que odia a todos los negros.

No niego que el virus pueda matarlo a uno, pero se tiene más posibilidades de recuperarse que de morir si se es menor de 50 años y no tienes comorbilidades complejas. Curioso que los mismos que traen a colación el informe forense de Floyd, como prueba fehaciente de homicidio, son los mismos que dicen que no les importa la validez o invalidez de este y menos frente a otro informe alternativo comisionado por la familia del difunto, en el que se muestra que murió de asfixia. Ahí sí les vale si era bueno o malo el informe para decir a secas que no murió por Covid, pero descartan que esta enfermedad pudo ser la desencadenante de su asfixia.

Ahí es cuando entra su historial de comorbilidades y su consumo de drogas, el cual debilita el sistema inmunológico, lo que desencadenó en que falleciera mientras los policías lo retenían en un procedimiento estándar de policía. Todos estos factores son los que eliminan la indudabilidad de la culpabilidad de los acusados.

Y si no lo asfixian, ¿iba a morir justo ahi? Eso no lo cree nadie, simplemente porque la autopsia ya dictaminó que la causa fue asfixia no las comorbilidades. Si no lo asfixian él no hubiera muerto, simple. Caso cerrado.

Es muy fácil sostener lo anterior sin interpretar la autopsia y el reporte de toxicología, el cual encontró que la presunta víctima tenía fentanilo y metanfetamina en su sistema cuando murió, así como compuestos de cannabis y morfina, falleciendo de arresto cardiopulmonar mientras estaba restringido, a diferencia de lo que muestra una autopsia separada comisionada por la familia de Floyd, que encontró que la causa de la muerte era la asfixia. Por tanto no es homicidio en primer ni en tercer grado más allá de toda duda razonable.

Los incendiarios activistas antifa y los apologistas del black lives matter (Un paréntesis: si las vidas negras importan tanto, ¿por qué no destruyen todo cada vez que un policía no blanco mata a alguien de color, que un negro mata a otro negro? Lo que pasa más a menudo y en mayor proporción), insistirán en dudar de la inocencia del “racista policía blanco”, pedirán que les demos la razón con que el covid no es letal e interpelaran si un procedimiento policial estándar es axfixiar a otro hasta que pierda el sentido. Preguntarán si no hay conflictos de interés por parte de la policía y de los investigadores, los cuales no reconocerían que la muerte fue culpa del policía.

Opino que no pueden afirmar lo anterior al tiempo que sostienen que el perito que hizo la segunda autopsia es uno de los “mejores forenses de Estados Unidos”. Quieren que veamos una parcialidad en el sistema y al tiempo que reconozcamos que el sistema está llevando bien la investigación. ¡Por favor! Si la investigación resulta parcializada es en su favor, es en favor de aquellos que han sacrificado todo estándar procesal por justificar los saqueos.

Por otro lado, aquellos que nos echan en cara la supuesta rectitud del perito que hizo la segunda autopsia y nos lo muestran como una autoridad en los Estados Unidos —siendo el mismo Dr. Michael Baden quien testificó en el juicio de O.J. Simpson y quien condujo la autopsia “independiente” de Jeffrey Epstein[1], ambos casos sobre los que aún hoy hay severas dudas— al mismo tiempo nos dicen que un reporte de toxicología no basta, porque no dice que dicha cantidad de narcóticos sea la causa de muerte. ¿O sea que la autopsia sí es imparcial, pero el reporte de toxicología no?

Les daré la razón, pero no por las razones que quieren en este caso: el hecho que hay conflictos de interés en un caso tan politizado como este. Justo para culpabilizar a un policía blanco del delito de ser blanco, mientras es policía. Los otros acusados, lo fueron sólo para ocultar el hecho de que el policía blanco fue acusado, prejuzgado y sentenciado en la corte de la opinión, para que luego no digan «vean que no lo sentenciamos por blanco, porque también sentenciamos a sus diversos compañeros«. Saben que de ellos no pueden decir que son racistas, porque ellos no son blancos, en un país donde más blancos mueren a manos de policías que los negros.

Asimismo, la prueba de toxicología fue un análisis de sangre. No prueban el cabello. Así que estaba usando todas estas drogas en los últimos 2 días. Es una locura que cualquiera mezcle metanfetamina y opioides. Nadie hace eso. Básicamente es una sentencia de muerte, y es increíble que el tipo estuviera caminando en primer lugar. Las personas en sus 40 años tienen ataques cardíacos con cualquiera de estos medicamentos, y mezclarlos, con un historial de problemas cardíacos, es solo pedirlo. Dadas estas drogas que estaba tomando, creo que es seguro decir que esto solo es una razón de su muerte, y que probablemente habría muerto ese día sin importar si fue arrestado o no, aunadas a las complicaciones respiratorias por Covid 19.

No se le ahorcó, se le retuvo. Era un hombre tan grande que era también conocido como a.k.a. Big Floyd y era potencialmente peligroso debido a su historial criminal[2]. Por lo tanto, es muy difícil para un solo policía blanco racista contenerlo, tal y como aparece en el incendiario video aparecido originalmente; y mucho menos fácil para 3 policías racistas y diversos, como ha venido apareciendo en videos subsecuentes. Una vez más, refutando que su muerte fuese por motivos raciales y ahora trasladando el cargo de 1 ° a 2 ° grado en un caso que ha sido tan politizado que podría argumentarse que compromete la evidencia y está pidiendo a gritos saqueos y disturbios una anulación. Sí, tal vez estar clavado en el suelo provocó el ataque al corazón. Supongo. Pero apenas equivale a «asesinato», que es de lo que el oficial ha sido acusado[3].

Los atrevidos contradirán lo anterior tercamente:

— ¿Ya me dio la razón en que el covid no es letal, que ese no era un procedimiento estándar de arresto?

Ese es problema de los estándares y normativas policiales, lo que excusa aún más la intención racista de matar de los policías acusados, quienes estaban siguiendo un procedimiento en el que fueron entrenados y por los que son responsables sus superiores en reevaluarlos y cambiarlos, si estos son causa de muertes injustas lo que aún no se prueba en juicio.

— ¿en serio justifica el abuso policial contra alguien (¡olvidé que es negro!) que claramente no pone resistencias? ¿Un abuso que le causó la muerte? ¿El hecho de que mueran más blancos que negros justifica entonces el abuso policial?”

— ¿Dónde estoy justificando el abuso policial?

— líneas arriba dice: «(…) Mientras los policías lo retenían en un procedimiento estándar de policía. (…)» Olvidemos los colores, si es negro o blanco, el hecho es que hubo un desmedido uso de la fuerza, una asfixia, un vídeo que muestra que no hubo resistencia al arresto, que al arrestado le impiden respirar, que el arrestado dice no poder respirar más de una vez, que los policías omiten está súplica de ayuda y que la autopsia revela que la causa de muerte fue asfixia no las comorbilidades ni el covid.

Ese párrafo que usted, buen lector, cita no es «justificar el abuso policial«. Nadie está diciendo que el abuso policial sea bueno. Sólo afirmo, con hechos, que no hubo homicidio en primer ni en segundo grado, puesto que la presunta víctima no fue asesinada, sino que falleció de asfixia, precipitada por consumo de drogas y Covid 19. Por otro lado, acorralado usted dice que «olvidemos los colores», cuando en realidad los colores son los que han estado al centro de todos los prejuicios que condenaron al policía blanco frente a la opinión pública, pudiendo esto incluso viciar la imparcialidad de la investigación y exonerarlo del caso a él y a sus compañeros.

— o sea, ¿la asfixia fue causa del covid y el consumo de drogas? Si los policías hubiesen sido negros y la víctima blanca entonces, sin examen ni nada, dirían que fue culpa de los policías, sin examen alguno. Ya han sucedido casos grabados con culpables absueltos o bastante beneficiados por el jurado, nada más mire el caso de Rodney King en el 92 y el caso de Latasha Harlins, ambos grabados y finalmente de nada sirvió porque los fallos beneficiaron a los culpables, desatando la ira de la comunidad.

Exacto, básicamente un video no basta para decir que fue homicidio, aunque la turba iracunda e irascible se haya aprovechado de este para desatar ira racial (que a la larga ha matado y arruinado a más gente) diciendo que fue un racista policía blanco quien cometió este «desastroso crimen de odio» que en realidad no fue de odio y a la larga se probará que no hubo crimen.

Este caso lo han querido comparar al caso de Eric Garner, quien el 17 de julio de 2014, murió estrangulado por un policía y reducido por otros cuatro, mientras decía sin aliento «I can’t breath» (no puedo respirar),  arenga en muchas de las protestas y disturbios que surgieron a raíz de la absolución de los policías implicados en ese caso y que por estos días se repiten en Estados Unidos, como en muchos otros países, cuando los hechos son diferentes, los implicados son diferentes y todavía no han sido absueltos ni condenados en juicio. Los disturbios son un prejuzgamiento, una condena atarantada, atolondrada y atarbana.

Se ha concluido sin juicio que George Floyd fue estrangulado por un policía blanco racista, sin examinar antes las demás pruebas y poniendo en peligro la imparcialidad de la investigación. Más bien, dándole un poco de razón a los lectores que se opondrán a lo que que he escrito, se podría afirmar que el policía blanco ejecutó una maniobra que no equivale a un estrangulamiento ni a un ahorcamiento, dado que no se está aplicando presión sobre la tráquea, sino una restricción de cuello, maniobra que ha sido prohibida en otros departamentos de policía de los Estados Unidos, por su potencial peligrosidad, pero que el Departamento de Policía de Minneapolis se permite en caso de que el sospechoso se resista al arresto. Maniobra que, según el manual de procedimientos del Departamento de Policía de Minneapolis, consiste «en comprimir uno o ambos lados del cuello de una persona con un brazo o una pierna, sin aplicar presión directa sobre la tráquea o las vías respiratorias (frente del cuello)», y que debe aplicarse únicamente cuando el sospechoso se resiste al arresto, algo que no resulta obvio en el primer video que salió a la luz y en el que aparentemente se ve al policía blanco aplicando su peso sobre la parte trasera del cuello de un George Floyd que no se resistía, lo que antes que ser un caso de un policía blanco matando a un ciudadano negro por el hecho de serlo, podría ser más el caso de varios policías de diversas razas abusando de su autoridad y matando a un ciudadano desarmado sin importar su color [4].

Pero esto no se ajustaría a la narrativa justificativa de los desmanes y saqueos justificados por los mismos privilegiados que justifican las protestas, disturbios y saqueos desde sus teléfonos y computadores. Los mismos activistas privilegiados quienes son los primeros en llamar a la policía a denunciar a aquellos que les roban por verlos como millonarios en un mundo donde millones de personas ni siquiera tienen un celular para acceder a twitter a justificar que está bien robar y saquear a personas que tienen más por el privilegio de ser de tal o cual raza.

Oportunistas que hacen activismo para abolir la Segunda Enmienda, el derecho natural al porte de armas y a la resistencia frente a la tiranía, desarmando así a sus conciudadanos, dejándolos vulnerables frente a los policías racistas que abusan de su poder y matan inocentes «minorías» (que en realidad son mayorías globales).

Mismos privilegiados quienes, por un lado, critican como racista y/o xenófoba la politización de las muertes de blancos , de las violaciones masivas (ej. Rotherdam en el Reino Unido) y de los ataques terroristas a manos de «pacíficos» «inmigrantes» y «minorías»; pero por el otro, justifican sus acciones sobre los cuerpos aún calientes del «buen niño» Trayvon Martin, quien murió a manos armadas del latino de apellido judío, pero blanqueado George Zimmermann; del gentle giant (gigante gentil) Michael Brown Jr.; del jogger Armed Robbery Ahmaud Arbery, etc y ahora del pacífico, desarmado e inocente sin antecedentes George ‘Fentanyl’ Floyd.

P.S. Ya veremos si en las próximas semanas, por no mantener las medidas de protección, a Chauvin y sus copartes les dé por morirse de coronavirus y no sea que de repente les dé por hacer la de Epstein.

 

REFERENCIAS:

[1] Independent Autopsy Finds George Floyd Was Asphyxiated: “Hennepin County Medical Examiner officially rules Floyd’s death a homicide” By JON BLISTEIN June 1, 2020 4:38PM ET   https://www.rollingstone.com/culture/culture-news/george-floyd-independent-autopsy-findings-asphyxiated-1008625/

 

UPDATE: The Hennepin County Medical Examiner ruled the death of George Floyd a homicide. It lists his cause of death as “cardiopulmonary arrest complicating law enforcement subdual, restraint, and neck compression,” while adding Floyd “experienced a cardiopulmonary arrest while being restrained by law enforcement officer(s).” It also states “other significant conditions” that could have contributed to Floyd’s death as heart disease, fentanyl intoxication and recent methamphetamine use.

[2] EXCLUSIVE: A new start turns to a tragic end for George Floyd, who moved to Minneapolis determined to turn his life around after being released from prison in Texas

  • George Floyd moved to Minneapolis in 2014 for a fresh start after being released from prison in Houston, Texas following an arrest for aggravated robbery
  • Floyd had turned his life around but died on Monday after a white officer knelt on his neck while arresting him for allegedly paying with a fake $20 bill
  • None of the officers could have been aware of Floyd’s more than a decade-old criminal history at the time of the arrest
  • The 46-year-old had left behind his past in Houston after being released from prison stemming from a 2007 robbery
  • He plead guilty to entering a woman’s home, pointing a gun at her stomach and searching the home for drugs and money, according to court records
  • Floyd was sentenced to 10 months in jail for having less than one gram of cocaine in a December 2005 arrest
  • He had previously been sentenced to eight months for the same offense, stemming from an October 2002 arrest
  • Floyd was arrested in 2002 for criminal trespassing and served 30 days in jail
  • He had another stint for a theft in August 1998

By Dailymail.com Reporter

Published: 21:06 BST, 28 May 2020 | Updated: 23:32 BST, 28 May 2020 https://www.dailymail.co.uk/news/article-8366533/George-Floyd-moved-Minneapolis-start-new-life-released-prison-Texas.html

[3] «The toxicology report said Floyd had fentanyl and methamphetamine in his system when he died, as well as cannabis compounds and morphine; a press release summarizing the report Monday listed arteriosclerotic and hypertensive heart disease, “fentanyl intoxication” and “recent methamphetamine use” as “other significant conditions” but not “cause of death.”

The medical examiner found Floyd died of cardiopulmonary arrest while being restrained, ruling his death a homicide—a different finding than a separate autopsy commissioned by Floyd’s family, which found the cause of death to be asphyxia.»

George Floyd Had Coronavirus, Autopsy Finds, But It Wasn’t A Factor In His Death by Rachel SandlerForbes Staff Updated Jun 3, 2020, 11:17pm EDT https://www.forbes.com/sites/rachelsandler/2020/06/03/george-floyd-had-coronavirus-autopsy-finds-but-it-wasnt-factor-in-his-death/#2c0876b82b44

[4] «The Minneapolis Police Department allows arresting officers to use two types of neck restraints on a subject, but only officers trained in them can use them, according to the department’s Policy & Procedure Manual.

Conscious neck restraint involves putting light pressure on the subject’s neck with an arm or leg without cutting off their airway, and unconscious neck restraint puts enough pressure on a subject to make them lose consciousness without killing them, according to the manual.

 

Both can only be conducted when a subject is resisting arrest, per the policy, and unconscious neck restraint is allowed only when subjects are aggressively resisting and can’t be subdued in another manner.
The method used to restrain Floyd doesn’t fit neatly into either of those categories, Stoughton said.
«This is not a neck restraint,» he said of the position Floyd was held in during his arrest. «It’s not just putting pressure on someone’s neck. It’s really dangerous.»»

The move used to restrain George Floyd is discouraged by most police. Here’s why. By Scottie Andrew, CNN Updated 1014 GMT (1814 HKT) May 29, 2020 https://edition.cnn.com/2020/05/28/us/george-floyd-knee-to-neck-excessive-force-trnd/index.html

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