para nada y para todo.
para parar esta guerra de desgaste
así ya esté tan banido
lo bastante que amaste.
¿Para qué?
para encontrarle un poco de schifo sentido
a la pérdida más aplastante.
¿Para qué?
para escuchar cada mañana
el lontano canto del sinsonte
que en Manila me recuerda
la dolorosa caricia de tu venusino monte.
¿Pa’ qué seguir con toda esta mierda?
¿Pa’ qué seguirle dando más cuerda?
¿Para qué?
Sí, pa’ qué.
¿Pa qué?
No tiene senso escribir más de estas
a un alma hermana que non possum fuge
cada vez más contraparente.
¿Para qué?
es una pregunta que lacrimosa ruge,
que por azar nos miente
y con todo se va al niente.
¿Para qué?
para que precisamente aprendamos a cruzar el Puente
que de Arcoíris se extiende
hasta la fertilidad de tu Selva ardiente.
¿Para qué?
para que la herida florida de la saudade
no nos bana al insondable pèlago.
E ir embora a la tierra de las mascotas
el lugar donde resuelto está el estrago
que dejó alas de la Diosa rotas.
¿Pa’ qué?
¿Pa’ valorar tarde lo perdido en el cor dolido?
¿Pa’ quedarme sin perro que me ladre?
¿Pa’ sembrar esperanzas en la Selva madre?
¿Pa’ reavivar un fuego que ya no arde?
¡Ya pa’ qué hijue……!