Archivo mensual: julio 2012

Quote: Chick-fil-A and free speech – CNN.com

The First Amendment protects you from government action suppressing your right to free speech. It does not protect you from private individuals’ negative reaction to your speech.

via Chick-fil-A and free speech – CNN.com.

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Las Camisetas de las niñas

En la parte de atrás de sus camisetas se leen sus nombres.

No hay comparación, pero en el caso de las camisetas de los equipos de futbol de verdad, los masculinos, se leen sus apellidos en la parte trasera de sus camisetas, justo encima de sus números. ¿Por qué es esto?

Una explicación que le podría dar a esto es que mientras las mujeres se identifican como ellas mismas, los hombres se identifican como parte de una familia. Se separa a las mujeres del apellido que portan, pero que no muestran porque les quitaría su identidad como individuos y las haría parte del apellido heredado de su padre. Algo inadmisible en el contexto actual que ve a la «autoridad patriarcal del padre» como algo negativo y «machista».

Por otro lado, los hombres llevan a cuestas la «responsabilidad» de «enaltecer el apellido de su familia», heredado de sus padres y por eso son identificados como tales.

Tal vez por esta razón, podría decir que es más difícil para una mujer el cambiar su nombre, que la identifica como una persona, que el obtener el apellido de la familia de su marido. Mientras que un hombre no cambia de apellido pero sí cambia su nombre con más facilidad (sobrenombres, alias…), el legado de su familia y si lo hiciera por el apellido de su mujer (como está ocurriendo en USA gracias al feminismo), no sería digno de ser hombre.

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Quote: Bookworship

The fetishism of books and education is like all modern things a surrogate for actual knowledge. The learning process is not knowledge, nor are the books, nor the attendance of schools itself. Knowledge and wisdom are internal traits created by a compulsion to learn, and not just learn anything, but learn abilities which requires a study of reality.

If that were a widely distributed trait, humanity would be in a much different place. Since it is not, we fetishize books and other accoutrements of the educated, and pretend it makes us all equally wise and powerful.

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La Mentalidad Colonial del hoy

Cualquier profesor en un aula de clases de cualquier colegio del país cuando habla acerca de la Independencia, seguro menciona en su discurso las fechas de 1810 y 1819 como momentos claves en la historia de nuestra “nación”. Para mí es imposible negar que haya sido de esta forma, porque hacerlo sería ir en contra de la historia aceptada de Colombia, pero sí puedo afirmar que el período de la Colonia que venía desde el siglo XVI no acabó en esas fechas de “importancia nacional” sino que perduró durante el siglo XIX y comienzos del XX [y tal vez hasta el siglo XXI] por tal motivo, la “Colonia” no puede ser una palabra entendida únicamente como “Territorio dominado y administrado por una potencia extranjera” o como el período en el que los españoles se establecieron en los territorios americanos, sino como una “constitución colonial de los saberes, de los lenguajes, de la memoria y del imaginario” (Lander 19) que se ha plasmado en los estilos de vida, en la economía, en la moral, en la política, en la literatura, en el lenguaje.

Para Walter Mignolo, Profesor de Literatura y Lenguas Romances y de Antropología Cultural en la Universidad de Duke, el “Imaginario”[1] es “[…] la construcción simbólica mediante la cual una comunidad (racial, nacional, imperial, sexual, etc) se define a sí misma” (Mignolo 80). A lo largo del siglo XIX y comienzos del XX [y tal vez hasta el siglo XXI], se ha manejado una construcción simbólica, que voluntaria o involuntariamente se ha constituido en una especie de “Imaginario Colonial” en tanto que utiliza símbolos y elementos propios de un pasado anterior a la modernidad pero que paradójicamente se hacen llamar a sí mismos como “Modernidad”.

El término “Colonia” —definido en términos de Diccionario— es “Territorio fuera de la nación que lo hizo suyo, y ordinariamente regido por leyes especiales. Territorio dominado y administrado por una potencia extranjera”. Por otro lado, “«La Modernidad, como nuevo «paradigma» de vida cotidiana, de comprensión de la historia, de la ciencia, de la religión, surge al final del siglo XV y con el dominio del Atlántico»” (Dussel 68). Partiendo de estas interpretaciones, se puede entender que en el seno de los conceptos de “Colonialismo” y de “Modernidad” está siempre hablado en términos de “Dominación”.

Enrique Dussel define el “Mito de la Modernidad” en 7 puntos, de los cuales tomaré algunos: 1) La civilización moderna se autocomprende —“se define a sí misma”[2]— como más desarrollada, superior (lo que significaría sostener sin conciencia una posición ilógicamente eurocentrista), esa misma 2) “superioridad” obliga a desarrollar a los más primitivos, bárbaros, como exigencia moral pero 4) como el bárbaro se opone al proceso civilizador, la praxis  moderna debe ejercer en último caso la violencia si fuera necesario, para destruir los obstáculos de tal modernización (la guerra justa colonial) (Dussel 70). De estos puntos se puede observar que la “Modernidad” se ha construido a partir de la Dominación, se ha construido a partir de la “Colonización”.

Esta “Dominación” está presente en Huasipungo de Jorge Icaza en la manera en como la “Codificación de las Diferencias entre conquistadores y conquistados en la idea de raza” (Quijano 282) “impuso una sistemática división racial del trabajo” (Quijano 286) y en la forma en que “[L]a clasificación racial de la población y la temprana asociación de las nuevas identidades raciales de los colonizados [los indígenas de Tomachi y de Cuchitambo] con las formas de control no pagado [Gamonalismo], no asalariado del trabajo, desarrolló entre los europeos o blancos [Alfonso Pereira, de las tierras de Cuchitambo][3]  la específica percepción de que el trabajo pagado era privilegio de los blancos […] La “inferioridad racial” de los colonizados implicaba que no eran dignos del pago de salarios” (Quijano 291).

Aún así, en los modelos económicos del Gamonalismo y del Latifundismo[4] —vigentes en América durante el siglo XIX y comienzos del XX, respectivamente— se puede ver una continuación de la institución característica de las colonias españolas en América reglamentada en las Leyes de Burgos [Encomienda] porque esta institución no se abolió con las guerras de Independencia sino que perduró al transformarse en los modelos anteriormente mencionados en cuanto a que el Hacendado, el Gamonal o el Terrateniente continuaban sin pagar salario a los “Indios” por su trabajo.

Otra forma vigente y Moderna de esa construcción simbólica propia del Colonialismo es la Globalización en tanto que la civilización moderna autocomprendida como más desarrollada, superior (Dussel 70) impone sus modelos de pensamiento, económicos y de organización del poder a todos los que son bárbaros, obligándolos a “desarrollarse como exigencia moral” (Dussel 70). La imposición de estos modelos por medio de la “fuerza hegemónica del pensamiento neoliberal” así como por medio de “la riqueza y del poderío militar sin rival de las sociedades industriales del norte” ha ido acabando sistemáticamente con las principales oposiciones políticas y ha —en términos de Dussel— “Negado al otro” en tanto que contribuye a “la imagen de la sociedad liberal de mercado como la única opción posible, como el fin de la historia”. (Lander 12).

La Globalización implica también que todo lo que es proveniente de los países autodenominados desarrollados es mejor[5]: mejores productos, mejor calidad de vida, mejores saberes[6], etc.

La percepción de Dominación Colonialista se plasma también en el estudio de los Estados Fallidos, que adelantan Universidades e intelectuales provenientes de los países del norte global, quienes conciben que el “Estado moderno es y debe ser la forma universal de organización de una comunidad política; la razón fundamental por la cual los Estados no cumplen con sus objetivos es la ineficacia, corrupción o ineptitud de sus gobiernos: y un estado mínimo y el libre mercado son las [únicas] condiciones necesarias [y suficientes][7] para el desarrollo económico nacional y global (Moncada 18). Con esto se entiende que todo modelo de organización Estatal diferente a la que se postula como “Estado Moderno”, está condenada a colapsar, y esta amenaza inminente de colapso, valida un discurso “neocolonial” o de dominación que concibe a estos Estados como una amenaza para el orden geopolítico y económico mundial —son una amenaza para la “libertad y la democracia”[8]— que los países del “Norte Global” consideran —no como “Bárbara” sino— como “terrorista” y que deben neutralizar rápidamente.

Otra forma muy importante de Colonización y de dominio “modernos” es la forma en que hoy en día los habitantes de los “países colonizados” han adoptado estilos de vida, costumbres y conocimiento europeos, un ejemplo burdo de esto está en que los Colombianos compran más Tenis de marcas como Nike o Adidas que alpargatas —que se supone hace parte de los trajes típicos de la región Andina y Caribe—. Esta adopción de los patrones de los “Colonizadores” viene dado a que durante el proceso de la colonización, los Europeos “[R]eprimieron tanto como pudieron […] las formas de producción de conocimiento de los colonizados, sus patrones de expresión y de objetivación de la subjetividad” (Quijano 244).

“Con los cronistas españoles se da comienzo a la «masiva formación discursiva» de construcción de Europa / Occidente y lo otro, del europeo y del indio, desde la posición privilegiada del lugar de enunciación ubicado y asociado al poder imperial” (Lander 19). Esta formación discursiva no se quedo en los períodos de la colonia sino que se ha ido transformando e interiorizando en nuestro imaginario” o en nuestra mentalidad ya sea como en una visión del mundo globalizado como la división entre países “Desarrollados” y “Subdesarrollados” o en la visión de las políticas externas de “Estados Fuertes” y de “Estados Fallidos” o en la simple diferenciación entre lo “Fino” y de lo “Burdo”.

OBRAS CITADAS

  • Anderson, Benedict. Comunidades Imaginadas: Reflexiones sobre l origen y la difusión del nacionalismo. México: FCE, 2005.
  • Dussel, Enrique. “Europa, Modernidad y eurocentrismo”. Quijano, Aníbal. “Colonialidad del poder, eurocentrism yAmérica Latina” La Colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales, perspectivas latinoamericanas. Ed. Edgardo Lander. UNESCO.
  • Quijano, Aníbal. “Colonialidad del poder, eurocentrism y América Latina” La Colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales, perspectivas latinoamericanas. Ed. Edgardo Lander. UNESCO.
  • Mignolo, Walter. “La Colonialidad a lo largo y a lo ancho: el hemisferio occidental en el horizonte colonial de la modernidad. Quijano, Aníbal. “Colonialidad del poder, eurocentrism yAmérica Latina” La Colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales, perspectivas latinoamericanas. Ed. Edgardo Lander. UNESCO.
  • Fals Borda, Orlando. Ciencia propia y colonialismo intelectual: los nuevos rumbos. Bogotá: Orlando Valencia Editores,1987.

 


[1] La definición dada por Mignolo del Imaginario la toma del escritor, poeta y crítico literario francés, Edouard Glissant.

[2] La negrita es mía. Y es extraida del concepto que Walter D. Mignolo da al “Imaginario”. También hay que tener en cuenta la definición dada por Benedict Anderson a la Nación: “comunidad política imaginada como inherentemente limitada y soberana” (Anderson 23).

[3] Las negritas son mías.

[4] Recuérdese también que el modelo de la Esclavitud perduró hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando fue abolido por una Ley de 1851. La entrada en vigencia de esta ley hizo que hubiera un levantamiento esclavista de algunas provincias como Antioquia. Este levantamiento esclavista, representa la “mentalidad colonial” que quería seguir ejerciendo un “patrón de poder” (Quijano 281) permitido por la división racial del trabajo entre superiores e inferiores, entre blancos o europeos  e “indios, negros, y mestizos” (Quijano 282)

[5] Lo que Dussel denomina como «Eurocentrismo».

[6] “Sin duda es interesante descubrir que la creatividad de algunos de los mejores profesionales latinoamericanos contemporáneos va en relación inversa a su dependencia de los modelos de investigación y de los marcos conceptuales diseñados en otras partes, tales como las que se acostumbran en Norteamérica y en Europa” (Fals Borda 79)

[7] Las negritas son mías.

[8] Esta es un frase típica de películas de Acción de Hollywood.

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¿Es el derecho a la resistencia legítimo en Colombia?

Introducción.

Las Sociedades modernas están organizadas en Estados, producto de revoluciones y cambios graduales, en forma soberana con base en principios que se convirtieron en Constituciones y Leyes.

Las Constituciones representan la esencia de éstos Estados que definen y regulan las relaciones que se presentan entre el individuo, la colectividad y el Estado buscando siempre el bienestar común por medio de la defensa de los derechos sociales e individuales. Estas Constituciones se construyen a partir de la Cultura de sus pueblos: Cada pueblo tiene el Estado que se merece.

Muchas veces, las Leyes o las Constituciones no representan realmente el sentir de su pueblo sino solamente el sentir y los intereses de una clase, de una raza o de una minoría, en lugar de consensuar los intereses de las diversas colectividades[1]. Esto, según Roberto Gargarella[2], es la Alienación[3] Legal.

Efectivamente, a ella se llega cuando el Derecho deja de servir para lo que fue creado y empieza a ser causa del malestar de los ciudadanos, es decir, cuando el marco jurídico de un Estado traiciona sus principios y valores culturales, los deseos y aspiraciones de sus gentes, e igualmente, su misión y visión de estado. Entonces esto es como dar “luz verde” a los individuos y a la colectividad para exigir sus derechos y desobedecer las leyes que son injustas: hacer uso de su derecho de Resistir.

¿Por qué resistir en Colombia?

Colombia es un país multicultural donde coexisten y se procura que convivan con respeto diversos etnias, razas, culturas y subculturas, religiones, ideologías y partidos políticos, instituciones, empresas y corporaciones, grupos sociales y de presión, sindicatos, guerrillas, grupos de autodefensas y otros grupos de intereses, que -en palabras de Ferdinand Lasalle- son los “Factores Reales de Poder”, lo que hace más difícil la creación de un marco legal que se adapte a tantas ideologías, intereses y poderes. No se puede tener contento a todo el mundo.

Otras veces, en nuestro país, la miseria y el hambre son la almohada y el techo de millones de colombianos que sienten que el olvido del Estado les produce una gran incertidumbre y sus vidas se limitas a pocas opciones al extremo que algunos puedan encontrarse en situaciones de Morir de hambre o matar para no morir.

Esas condiciones objetivas y subjetivas en las que viven, llevan a que algunos a decidan resistirse y alzar una voz en contra de lo que los está sometiendo -Un tirano, un Derecho tiránico, una pobreza tiránica- y les está negando sus derechos. Lo que prometía garantizar un orden político, económico y social justo los está traicionando: el Estado.

La resistencia a la Resistencia.

En nuestros tiempos, oponerse al orden legal y al Estado vigente es, diferente de difícil, una posibilidad menos observada como una posible fuerza motora de cambio y acción democrática a pesar que en nuestro marco Jurídico se regulen y se muestren como derechos sociales, económicos y culturales (DESC[4]).

El Derecho de Huelga, la libertad de reunión[5] y el Artículo 37 de la Constitución[6], no son explícitos en cuanto al Derecho de Resistir, pero su espíritu es esencia de tales. Su regulación en la ley supone una traba necesaria de este derecho inalienable en razón de prevenir y controlar sus posibles excesos y costos.

La pluriculturalidad Colombiana, al igual, es causa promotora de Resistencia, como también, causa de la resistencia a la Resistencia porque es difícil realizar un consenso entre tantos grupos de presión y tantas colectividades. Por ejemplo, los indígenas se resisten al orden jurídico regente con base en su propio derecho basado en la Pacha Mama porque sienten que su territorio ha sido usurpado y han sido obligados a seguir unas leyes que les son ajenas. Se sienten extranjeros en su propia tierra.

Los grupos armados ilegales y la “extrema izquierda”, le han dado mala fama a la Resistencia. Es prejuicio conocido que el que se opone al gobierno o que sigue ideologías “de izquierda” es mal llamado “Guerrillero” o subversivo, dos apelativos muy peligrosos en un mundo donde ser Guerrillero es lo mismo que ser terrorista y por lo tanto, debe ser “objetivo número 1” del Plan Colombia y de la “Seguridad Democrática”. Pero este desprestigio del derecho a resistir no significa que ser guerrillero o subversivo sea ilegítimo porque existen instituciones jurídicas como: el indulto, la amnistía, el juicio político, el asilo político; instituciones que demuestran que es legítimo resistir y más, cuando quien resiste llega al poder porque no va a castigar al triunfo de su resistencia.

Otros tropiezos para el ejercicio del Derecho de Resistencia en nuestro país son: la ignorancia, la falta de una adecuada educación y la desinformación; ya que han dado origen a una relación de desventaja del ciudadano frente a la colectividad y al Estado porque hay un desconocimiento muy grave de los derechos y deberes, lo que ha traído como consecuencia, una participación muy superficial y pasiva del individuo frente al Pueblo de Colombia y a los intereses de la Nación. Ésta falta de participación hace que el poder público y el marco jurídico estén regentados por y en pro de los intereses de unos pocos que sí se atreven a participar activamente. En Pueblo de Ciegos…

La Resistencia al Estado y al orden legal puede verse apagada también por el hecho de que éstos no son los únicos que pueden ser causantes o los culpables del daño al orden político, económico y social. Muchas veces se sataniza al Gobierno de turno o al régimen legal, pero no se ve más allá. Hay otros muchos elementos que son causantes de injusticias y malestares.

Get up, stand up: stand up for your rights![7]

La Resistencia, es un medio viable y justo de hacer justicia y velar por los derechos cuando son violados, es una herramienta que si se ejecuta bajo principios e intereses sinceros sirve para mantener el equilibrio en una democracia y evitar así el monopolio del poder por parte de una minoría.

El Derecho a Resistir a la opresión, a pesar de ser consagrado en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano como un derecho natural e imprescriptible, tiende a desaparecer. ¿Por qué tiende a desaparecer?

El surgimiento de grupos de izquierda durante el siglo XX se basaba en principios de Justicia y Bienestar para el pueblo por medio de la “Democracia de Hecho”. Estos grupos que en algún momento pretendieron defender la justicia y los derechos se transformaron después en grupos que se encargaban de violar sus propios principios -se alienaron a sí mismos- y empezaron a ser los “protagonistas” de la violencia y del terror entre el pueblo que prometieron defender contra una “oligarquía injusta”.

Esto ha dejado un gran “estigma” entre los colombianos, empezando a desconfiar de las vías de hecho y con ello, en la Resistencia a la opresión. Los ciudadanos, pensaron que era mejor ser sumisos y olvidarse de las injusticias, quedándose en silencio: dejando que todo pasara.

El “Estigma” debe ser vencido y la Resistencia debe ser pensada con seriedad para ser un medio de expresión de la voluntad popular y no solo como expresión de la voluntad de unos partidos en temporada electoral. La Resistencia es una canción que debemos aprender a cantar cuando lo que sea  rítmico sea oponerse al injusto.

Fuentes Consultadas


[1]LOCKE, John. Ensayos sobre el gobierno civil. Barcelona: Ediciones Orbis S.A, 1983.

[2]GARGARELLA, Roberto. El Derecho de resistencia en situaciones de carencia extrema. En: Astrolabio. No. 4 (2007). [Documento www]. [Consultada en Noviembre de 2008]. Disponible en <www.ub.edu/astrolabio/Articulos4/ARTICULOgargarella.pdf>.

[3]Término muy utilizado por Karl Marx para referirse a la condición de una clase que empieza a pertenecer a otra y que comienza a ir en contra de sus propios intereses y existencia. Según el DRAE, Alienación es: “Proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición”.

[4] Capítulo 2 del Título II de la Constitución Política de Colombia.

[5] Declaración Universal de los Derechos Humanos. Artículo 2: “Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.”; y el Artículo 21 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: “Se reconoce el derecho de reunión pacífica. El ejercicio de tal derecho sólo podrá estar sujeto a las restricciones previstas por la ley que sean necesarias en una sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional, de la seguridad pública o del orden público, o para proteger la salud o la moral públicas o los derechos y libertades de los demás.

[6] Constitución Política de Colombia. Artículo 37: “Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente. Sólo la ley podrá establecer de manera expresa los casos en los cuales se podrá limitar el ejercicio de este derecho”.

[7] Título de una Canción de Bob Marley cuyo estribillo es: “Get up, stand up: stand up for your rights!”.

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Azcárate, ¡para que no te coman tienes que hacer reír a las gorditas!

No gracias, pero mayorcita y con todo prefiero la de la izquierda antes que las dos de la derecha.

No me ha importado leer el «artículo literariamente rico» que escribió Alejandra Azcárate para la culta y no «light» Revista Aló que parece haber generado tantas reacciones en los interwebz que todo el mundo tiene una… Antes de empezar a decir cualquier cosa en contra o a favor de la Azcárate, tengo que confesar que no soy la persona más «humorista» del mundo. No he escrito nunca nada en una revista, mucho menos light, ni he tenido ni tendré un Stand Up Comedy. Pero puedo decir si algo es chistoso o no, como también puedo decir si una obesa es asquerosa o adorable.

Puedo decir que Alejandra Azcárate, como cualquier mujer, no es chistosa, pudo haberme sacado una risa de vez en cuando en los «Comediantes de la Noche» –como la humorista mujer que llegó a ese programa gracias a la Ley de Cuotas y tal vez porque la vieja no está mal para la vista haciéndole contrapeso a la triste figura de Gonzalo Valderrama Múnera–, pero no es alguien que sea chistosa y puedo decir que su pieza literaria que «incendió la opinión especializada de internet», tampoco es chistoso. Si lo hubiera sido, habría sido un chiste más que todo el mundo hubiera olvidado luego de reírse de él de vez en cuando al recordarlo, pero nada más.

Pero para mis placeres, ya que me gusta reírme de la gente ridícula de este país que hace tormentas por nada y cuando en realidad pasa algo, los grillos trinan (no sé cuál es el sonido de los grillos). El problema de todo esto es como cuando en una fiesta alguien cuenta un chiste que no hace reír a nadie. La reacción normal sería hacer silencio, dejar que los grillos maúllen y luego reírse de la pendeja que lo contó (porque por lo general es una vieja que no hace reír a nadie y no es porque el malvado patriarcado no deje a las mujeres ser comediantes, sino que ellas no son chistosas). Pero no, aquí en Colombia todo es al revés: seguimos machacando sobre el mismo chiste flojo. ¿Quién es más ridícula, la persona que lo contó o la que lo repite sin cesar?

Gordita, si compraste la Revista Aló en que salió el artículo, esa revista está dirigida a ti. Si leíste lo que Azcárate escribió, pues lo escribió pensando en tí. Y si te ofendiste, te ofendiste porque así lo quisiste. Tú eres su público. Los muslos anchos de esta nación y uno que otro «chubby chasser» (debería haber un término análogo en español) se sintieron ofendidos porque quieren sentirse ofendidos. (Les gusta llamarse indignados).

Pero su indignación no contradice la idea principal  que Azcárate no logró hacer chistosa y que de por sí es muy chistosa: a nadie, con excepción de uno que otro fetichista, nadie siente atracción hacia la gente obesa. Pero esa verdad no es vieja, lo que es nuevo es la reacción porque las pesadas y grasosas masas de esta nación quieren aprovechar este «chanchullo» para empezar a embutirnos por nuestras gargantas la grasosa empanada de «Que hay más de un estándar de belleza», «Todos los cuerpos son hermosos», «Las gorditas tienen carnecita», «Tienen más para agarrar», «Más de donde amar», «También tenemos dignidad»…

Sin embargo, solo supieron sentirse indignados y ofendidos en su dignidad, cuando precisamente su gordura y su obesidad es lo que se las quita.  Se sintieron ofendidos e indignados como una excusa para no aceptar que tienen un serio problema de salud que está haciendo que sus vidas sean menos dignas y afecte a los que gustamos de ver bonitos paisajes. Quieren una lechona expiatoria hacia la cual volver su ira que tienen consigo mismos, echarle la culpa a Azcárate y a los medios por «promover estándares imposibles de belleza» que son los culpables de que tengan un estilo de vida poco saludable basado en tragar e hibernar frente al televisor.

No soy chistoso y tampoco soy médico, pero puedo decir que el sobrepeso y la obesidad son enfermedades que se tienen que curar y no se van a curar con piezas maestras de la literatura light como la mentada, pero mucho menos se van a curar si nos tragamos el cuento de que está bien estar enfermos. Ser delgado o un poco gordo per sé no son síntomas de una enfermedad, pero los excesos sí lo son (y no culpen al artículo de ser el causante de «que miles de jovencitas estén vomitando lo que comen para verse como…»).

No más hablar de enfermedades asquerosas como la que tiene como síntoma tener una desproporción entre el peso y la estatura ni del síntoma de perseguir leviatanes terrestres ante la imposibilidad de atraer seres más atractivos para la vista. Pero si alguien quiere mostrarle a los gorditos un poco de su grasosito amor, le recomendo que se una al Zafari de Nigel (alguien que sí hace reír) en Nigel’s Big Game Blog al ritmo de

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